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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

EL MOVIMIENTO OBRERO EN ARAGÓN (5). LA II REPÚBLICA: UNA ESPERANZA DE CAMBIO POLÍTICO Y SOCIAL.

EL MOVIMIENTO OBRERO EN ARAGÓN (5). LA II REPÚBLICA: UNA ESPERANZA DE CAMBIO POLÍTICO Y SOCIAL.

       Con la proclamación de la II República el 14 de abril de 1931, se va a producir un considerable auge de las organizaciones socialistas y, consecuentemente, de la UGT: diversos militantes lograron presencia institucional, (como fue el caso de Bernardo Aladrén, secretario provincial de la UGT, que fue elegido 2º teniente-alcalde del Ayuntamiento republicano de Zaragoza), a lo cual hay que añadir un considerable aumento de la militancia.

Durante los años republicanos la UGT preconizó una acción sindical  orientada en tres aspectos (político, económico y cultural) en defensa de los intereses de la clase trabajadora. De este modo, se defendía la participación activa en la vida política por medio del PSOE para lograr avances sociales;  en lo económico se optó por una línea reformista a la vez que se fomentaba la creación de cajas de resistencia, cooperativas y asociaciones de protección y socorro para los ugetistas y, por ello, se crearon diversas Mutualidades obreras que, como en el caso de Zaragoza, disponían de varias farmacias para los afiliados ugetistas. En el ámbito cultural, por medio de las Casas del Pueblo, la UGT promovió el establecimiento de escuelas, bibliotecas, la realización de charlas y conferencias para elevar la formación de la clase trabajadora y, de este modo,  lograr que los trabajadores tuviesen una mayor capacidad para defender sus derechos con mayor autoridad y firmeza. Este fue el caso de la Escuela obrera creada por la Casa del Pueblo de Teruel, en donde se daban clases gratuitas a los trabajadores ugetistas y a sus hijos. Por su parte, la UGT creó incluso un Cuadro Artístico “Pablo Iglesias” en Zaragoza y otro en la ciudad de Teruel, dedicados a actividades teatrales.

Los representantes de la UGT aragonesa se esforzaron por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores al amparo de la política reformista impulsada por Francisco Largo Caballero, entonces ministro de Trabajo y secretario general de la UGT. Su objetivo era avanzar en la línea reformista institucional impulsada por el gobierno social-azañista basada en una legislación favorable a los obreros. De este modo, la legislación social impulsada por Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo convirtió en leyes muchas de las reivindicaciones del movimiento obrero socialista: se declaró el 1º de Mayo como fiesta oficial, se aprobaron leyes de profundo contenido social como fueron la de Jurados Mixtos, la de Contratos de Trabajo y la de Colocación Obrera o la de Términos Municipales, que mejoraron las condiciones laborales de los trabajadores; dictó los decretos sobre el Seguro obligatorio de maternidad, sobre Arrendamientos colectivos, sobre Accidentes de trabajo en la agricultura; se implantó de forma efectiva la jornada laboral de 8 horas y se crearon las Delegaciones provinciales de Trabajo además de conferir mayores atribuciones y autoridad a los inspectores de trabajo para evitar los abusos de los patronos sobre los obreros.

Durante el período republicano, la UGT impulsó numerosas medidas para combatir el desempleo mediante el fomento de obras públicas  (tal y como hizo Bernardo Aladrén en la provincia de Zaragoza), se defendió el rescate de los bienes comunales para que el pequeño campesinado y los jornaleros pudieran acceder al cultivo directo de la tierra, especialmente en las Cinco Villas o en Teruel), se fomentó la creación de Cooperativas de Casas Baratas para el acceso de los trabajadores a viviendas dignas: este fue el caso de la zaragozana “Cooperativa Pablo Iglesias” y la labor del arquitecto socialista Francisco Albiñana, conocido como “el arquitecto de los pobres”, o la propuesta de los concejales del PSOE en el Ayuntamiento republicano de Teruel para la creación de una Junta Local de Casas Baratas y una oficina para el fomento de este tipo de viviendas en la capital turolense.

Por otra parte, el crecimiento orgánico socialista hizo que se crease la Federación provincial de Sociedades Obreras de la UGT zaragozana (2 mayo 1931) siendo Luis Viesca su presidente y Bernardo Aladrén el secretario general, mientras que la Federación Turolense de Sociedades adheridas a la UGT se fundó el 27 de diciembre de 1931, siendo su primer presidente Daniel Villa García, líder del Sindicato Minero de UGT de Montalbán, el cual sería asesinado en marzo de 1932.

 

     José Ramón Villanueva Herrero

    (La Voz sindical: órgano de la UGT Aragón, nº 111, septiembre 2009)

 

 

 

 

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