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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

LA FAES: MENTIRAS Y CINTAS DE VIDEO

LA FAES: MENTIRAS Y CINTAS DE VIDEO

     La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), vinculada al PP y que preside José María Aznar,  ha divulgado recientemente un tendencioso vídeo sobre los acontecimientos que convulsionaron a España entre el 11 y el 14 de marzo de 2004. El título, “Tras la masacre”, deja entrever que lo que FAES considera realmente importante no es tanto la masacre en sí misma, sino lo que ocurrió “tras” el atentado, esto es, la pérdida del poder por parte del PP.

     El polémico vídeo no se detiene ante cuestiones tan importantes como la veracidad histórica de los hechos (distorsionados con medias verdades, con frases sacadas de contexto) y, sobre todo, el dolor y el respeto que las víctimas merecen: parece que, lo único importante de este drama no sea tanto el análisis del mayor atentado terrorista padecido en Europa, sino el que el PP hubiera perdido el poder.

     El vídeo pretende legitimar la actuación del Gobierno Aznar y de su política antiterrorista a la vez que denigra a lo que califica de “la izquierda y los movimientos antisistema”.

     No es casualidad que el vídeo se inicie con el anagrama de ETA, el cual aparecerá en varias ocasiones posteriores, para dejar entrever, para insinuar sutilmente una supuesta conexión entre el terrorismo etarra y el islámico, lo cual, sabemos hoy,  carece de todo fundamento.

     Sobre el hecho de que inicialmente se atribuyese la masacre a ETA, el vídeo justifica nuevamente al Gobierno al indicar que “durante todo el día, España pensó que ETA era la responsable de los atentados” e incluye declaraciones  en este sentido realizadas por Rodríguez Zapatero e Ibarretxe. Pero nada se dice de que esta creencia se basaba en la información facilitada por el Gobierno y los medios de comunicación: recordemos que el mismo expresidente Aznar llamó a diversos directores de periódicos para asegurar con rotundidad la autoría etarra de la masacre. También se olvida que, en aquellas dramáticas horas, el exministro Acebes calificaba de “miserables” a todo aquel que pusiese en duda la autoría de ETA.

     A continuación, el vídeo va elaborando la idea de que “la izquierda”, que “había sembrado las calles de odio y de enfrentamiento”, lanzó una demagógica campaña para derrocar al Gobierno del PP. Subyace la idea de una conspiración, de una maniobra perversa para acabar con el Gobierno de Aznar. Despreciando las evidencias que, desde bien pronto apuntaban a la autora islámica, el vídeo ofrece una visión totalmente distinta a la realidad afirmando que “la izquierda había decidido que el gobierno legítimo había mentido”. No, no  fue una “decisión”, sino  la percepción que gran parte de los ciudadanos sentíamos de estábamos siendo engañados, la misma que tuvimos cuando, despreciando Aznar la opinión mayoritaria de los españoles, se arrogó el papel de copatrocinador de la guerra de Irak alegando la existencia de unas armas de destrucción masiva de las que nunca más se supo. No existió pues, una campaña premeditada y alevosa para arrebatar el poder al PP, sino una auténtica rebelión cívica que exigía saber la verdad de los hechos. No es justificable, desde los oráculos de la derecha, la supuesta idea que se señala en el vídeo de que “los socialistas” pusieron en escena “una obra de teatro que ensayaron meses antes” (??). Esta idea, no sólo es falsa sino que también resulta ofensiva ya que pone en duda la madurez democrática y el sentido cívico de los españoles: no éramos súbditos, éramos ciudadanos…y pensábamos, intuíamos que las cosas no eran como desde el Gobierno se nos quería hacer creer. Por ello, la derecha debería de abandonar su recurso habitual a una supuesta “conspiración” de fuerzas ocultas (y malvadas) alzadas contra sus intereses y a la que, históricamente, siempre ha recurrido: primero fue la conjura del conde don Julián, luego, la conspiración judeo-masónica-bolchevique, y ahora, las maquinaciones de “la izquierda y los movimientos antisistema”.

     Tampoco es cierta la afirmación de que “los servicios secretos de todo el mundo dudaban de la autoría de Al-Queda”: ya en noviembre de 2003, los servicios secretos noruegos advirtieron al Gobierno Aznar de que, en diversa información interceptada a los islamistas, se planeaba “golpear a España”, por ser el “eslabón más débil” de los países asistentes a la funesta reunión de las Azores. Además, tras la masacre, toda la información que se difundía por Internet y otros medios de comunicación extranjera, apuntaban la autoría al terrorismo islámico.

     El final del vídeo no tiene reparo en señalar que a la izquierda, ahora en el poder, “ya no le interesa la verdad”. Más grave todavía es que el vídeo de FAES aún pregunte  “¿Quién ha sido?”: después de todo lo que ha pasado, después de todo lo que se ha sabido posteriormente, esta pregunta, resulta no sólo un insulto a la inteligencia de todos los ciudadanos sino, también,  un desprecio hacia la labor de las fuerzas de seguridad para esclarecer y detener a los autores de la masacre.

 

                 José Ramón Villanueva Herrero

                (Diario de Teruel, 19 abril 2005)

  

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