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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

LA TORMENTA DE VOX

LA TORMENTA DE VOX

 

     Las elecciones del 10 de noviembre han confirmado lo que las encuestas iban advirtiendo: el meteórico ascenso electoral de Vox, acaudillado por Santiago Abascal, que ha sabido captar el voto afín a la derecha extrema de indisimuladas nostalgias neofranquistas, así como el malestar de un sector de la ciudadanía, desafecta con la actual situación política y económica de España. De este modo, Vox se ha convertido en la tercera fuerza política a nivel nacional con el apoyo de 3.640.063 ciudadanos (15,09 % de los sufragios) y que, con sus 54 diputados, ha doblado su presencia en el Congreso de los Diputados.

      En Aragón también Vox ha sido el tercer partido más votado (118.461 papeletas, el 17% de los sufragios). Pese a ello, solamente ha revalidado el escaño por Zaragoza de Pedro Fernández Hernández, un político “cunero” que compatibiliza su acta de diputado con la concejalía que también ostenta en el Ayuntamiento de Madrid. Por otra parte, resulta significativo el que, mientras en las provincias de Teruel y Huesca sólo en unas pequeñas localidades ha sido el partido más votado, en el entorno de la ciudad de Zaragoza, en donde obtuvo el 19% de los votos, existen toda una serie de poblaciones en las que ha sido la lista más votada como La Muela (31%), La Joyosa (31%), María de Huerva (28%), Villanueva de Gállego (27%) o Alfajarín (26%).

    El indudable auge electoral de Vox se ha visto favorecido por una serie de circunstancias, entre ellas, la actitud pusilánime y complaciente del PP y de Ciudadanos, que necesitados de sus votos, no han tenido reparos en blanquear a esta extrema derecha emergente y a sus postulados más radicales y antidemocráticos, con tal de alcanzar cotas de poder en diversas instituciones autonómicas y municipales: ahí está el caso de la llegada a la alcaldía de Zaragoza de Jorge Azcón con el apoyo de Ciudadanos y Vox. Además, temas como el conflicto catalán, que retroalimenta a los nacionalismos excluyentes de uno y otro signo, la exhumación del general Franco, la cuestión migratoria o la seguridad ciudadana, elevaron sus expectativas electorales ofreciendo una imagen de derecha autoritaria, machista, xenófoba y neofranquista que ha tenido un preocupante respaldo en las urnas.

     Posiblemente, muchos de los votantes de Vox no habrán leído las 25 páginas de su programa electoral que, bajo el título de “100 medidas para la España Viva”, condensan todos los planteamientos de claro signo anticonstitucional de este partido, cuya lectura resulta alarmante de lo que propugna la supuesta “alternativa patriótica” que enarbola Vox. Por todo ello, hoy resulta imprescindible, como ocurre en cualquier país democrático europeo, levantar un cordón sanitario que frene el crecimiento social e institucional de Vox. Y es que, como dijo Iván Espinosa de los Monteros, “Vox es la tormenta” … pero una tormenta que amenaza nuestra democracia.

 

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en: El Periódico de Aragón, 12 noviembre 2019)

 

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