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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

LA MEMORIA HISTÓRICA EN FRANCIA: BUZIET Y GURS

         

Era mediodía y apretaba el sol aquel 17 de julio de 1944 en el pequeño pueblo de Buziet situado en el valle pirenaico de Ossau, en la Francia entonces ocupada por el ejército alemán. Los nazis buscaban a un grupo de guerrilleros republicanos españoles responsables de diversas acciones de guerra y sabotaje contra las tropas hitlerianas: los SS rodearon Buziet, sitiaron la casa en donde se refugiaban los republicanos españoles y, tras más de tres horas de combate, asesinaron a 14 compatriotas nuestros, saquearon el pueblo casa por casa y fusilaron a varios vecinos tanto de Buziet como del pueblo cercano de Buzy.

Estos trágicos hechos nunca se han olvidado en Buziet, pueblo por cierto que limita con Louvie-Juzon, localidad en la que estuvo exiliado el republicano turolense Víctor Pruneda en 1856.  Aunque de los crímenes cometidos en Buziet han pasado 64 años, desde aquel trágico 17 de julio de 1944, todos los años tiene lugar un homenaje cívico a los guerrilleros republicanos españoles y a las víctimas civiles asesinadas allí por los nazis. Este año, dicho acto tuvo lugar el sábado 19 de julio y contó con la presencia de numerosas autoridades civiles, militares, así como con la representación de 22 banderas de la ANACR (Association des Anciens Combattants de la Résistance) de otras tantas localidades bearnesas de la zona.  La jornada se inició con una ofrenda floral en el cementerio de Buzy en las tumbas de las víctimas civiles. Posteriormente, en la pequeña iglesia de Saint-Justin de Buziet, tuvo lugar un oficio religioso, muy emotivo y lleno de solemnidad en recuerdo de los republicanos españoles. Durante toda la ceremonia, las banderas de la ANACR, arropando a una bandera tricolor republicana, ocuparon un lugar preferente en el altar: ciertamente resultaba inimaginable que un acto así, con una bandera republicana presidiendo un altar, pudiera tener lugar en España. Más tarde, el portador de esta última, francés e hijo de un republicano español (de Vélez-Málaga), me habló del orgullo con que portaba aquella tricolor, que él “llevaba en el corazón”, una bandera por la cual fue fusilada su abuela, una bandera que llevó a su padre al exilio.

Acto seguido tuvo lugar una ofrenda floral en el cementerio de Buziet ante la tumba colectiva donde yacen los 14 republicanos españoles asesinados por los nazis. En medio de un emotivo silencio, se fueron pronunciando, uno a uno, los nombres de nuestros compatriotas, que eran los siguientes: Diego Carrión, Francisco Amado, Andrés Piniés, Ángel Andrés, José Ferrando, Francisco Giménez, Gregorio Gil, Antonio Felipe, Antonio Ruenes, Antonio Carmona, Benjamín Zaragoza, Agapito Sotomayor, Antonio Fernández y Adolfo Villanueva. En su tumba colectiva se puede leer “Guerrilleros españoles, brazo armado de Unión Nacional. Muertos por la libertad y la fraternidad franco-española”, tumba que, como cada año, quedó cubierta por una gran bandera republicana, junto a las coronas de flores de las asociaciones Mémoire de l’Espagne Républicaine y de Les Amis de la Résistance-ANACR y de otra con una hermosa dedicatoria: “Ensemble pour la Paix”.

Durante este acto, tuve ocasión de conocer a descendientes de exiliados republicanos vascos, madrileños, andaluces y de otros lugares. Pude saludar a Carmen Villalba que, a sus 96 años y con la insignia tricolor en su vestido, era la más anciana de los asistentes, fiel, año tras año, a la ceremonia de Buziet.

El emotivo homenaje concluyó con otra ofrenda floral ante el Memorial de los Guerrilleros, situado en la aledaña plaza, llamada por ello “du 17 de julliet de 1944”. El “Himno del Partisano” y los briosos sones de “La Marsellesa” resonaron con fuerza en Buziet recordando a estos republicanos españoles, asesinados hace ya 64 años y que, desde entonces, en esta fecha, y con tal motivo, reúne en Buziet con tal motivo familiares, amigos, asociaciones y autoridades para honrar a las víctimas de la lucha contra el nazismo.

Al día siguiente, el 20 de julio, se recordaba en toda Francia el “Día Nacional en memoria de los crímenes racistas y antisemitas del Estado Francés”, esto es, los cometidos por el régimen pro-nazi del general Pétain durante la II Guerra Mundial, algo así como si en España se dedicase un día a la memoria de las víctimas de la dictadura franquista. Con este motivo, asistí al acto organizado en el antiguo campo de concentración de Gurs en homenaje a los judíos franceses perseguidos, deportados y asesinados por el régimen de Vichy y las fuerzas de ocupación alemanas. Destacable fue la intervención de Laurence Mazza-Poutet, representante de la Comunidad Judía de Pau, así como las oraciones recitadas por un rabino en el Cementerio Israelita de Gurs, ante más de un millar de tumbas de hermanos judíos que allí reposan.

Entre la emoción y el recuerdo de la Shoah, del Holocausto, también me volví a encontrar con algunos de los asistentes el día anterior a los actos de Buziet, como Carmen Villalba, que estuvo 27 meses presa en Gurs entre 1941-1943 y que, al salir del campo, a sus 31 años, sólo pesaba 35 kilos. También pude conocer a Virgilio Peña, veterano militante comunista que, con 95 años, mantiene una admirable vitalidad y lucidez. Natural de Espejo (Córdoba), combatiente del Ejército Republicano, miembro de la Resistencia en Francia, fue apresado en 1943 y enviado al campo de exterminio nazi de Buchenwald, al cual sobrevivió: no tuvo tanta suerte su hermano que murió en Mauthausen. Conocí también a Béatrice García, pariente de Adrián García Ramos, un histórico dirigente del PSOE en el exilio,  y responsable de la asociación Mémoire de l’Espagne Républicaine. Las conversaciones con todos ellos giraban siempre en torno a los mismos temas: la necesidad de recuperar el legado del exilio republicano y la aspiración futura al advenimiento de la III República. No faltaron tampoco las críticas a la Ley de la Memoria Histórica por sus evidentes carencias y limitaciones.

El encuentro con resistentes franceses, veteranos republicanos españoles y la comunidad judía me reafirmó en la importancia de mantener siempre viva la memoria histórica como garante de los valores civiles y baluarte contra los que, siempre desde la derecha, pretenden silenciar y manipular determinadas páginas de nuestra historia. Por ello, los actos de Buziet y Gurs fueron toda una lección de ejercicio cívico de la memoria histórica, todo un ejemplo para los que creemos que, como decía Sixto Agudo, “hay que olvidar el rencor, pero no la Historia”.

 

(Diario de Teruel, 10 agosto 2008)

(La Comarca, 15 agosto 2008)

 

 

1 comentario

Anónimo -

saps que ric com una amiga de la Maria?