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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

LA RESPUESTA SOCIAL A LA CRISIS GLOBAL

LA RESPUESTA SOCIAL A LA CRISIS GLOBAL

         

     El pasado 4 de febrero visitó Zaragoza el prestigioso politólogo francés Sami Naïr, una de las voces más destacadas del pensamiento progresista en Europa. Entrevistado por El Periódico de Aragón, realizó unas interesantes declaraciones en torna a la actual crisis global que estamos padeciendo. Según Naïr, el hecho de que, ante una crisis a escala mundial que cada vez alcanza una magnitud más preocupante, no sólo en cuanto a sus consecuencias económicas, sino en lo relativo a los efectos sociales que de ella se puedan derivar, se constata que, fracasado el neoliberalismo, la izquierda política y social todavía no ha articulado una alternativa y unas acciones coordinadas para hacerle frente. Y es que, como señalaba Naïr, "el problema es el sistema" y…"los bancos no cambian el sistema", razón por lo cual rechazaba los "planes de rescate" y consideraba la opción de nacionalizar la banca.

     Según Naïr, no hay otro camino que cambiar el sistema y, para ello, la movilización social resulta fundamental. Víctimas como somos de los desmanes del capitalismo financiero, la salida de la crisis global pasa por la movilización ciudadana, el impulso de políticas de Estado cimentadas en el entendimiento y la ausencia de intereses partidistas entre los distintos gobiernos y sus respectivos partidos de oposición. La movilización ciudadana debe de servir para abrir paso a otro modelo económico alternativo al ultraliberalismo, lo cual supone tanto como reorganizar el sistema económico internacional, modificar el sistema financiero acabando con su desregulación y opacidad, y rechazar los mitos de la "productividad" y el "consumismo" que sólo sirven para aumentar las desigualdades sociales y para poner el riesgo el futuro medioambiental de nuestro planeta.

     Enlazando con estas reflexiones de Naïr, resulta oportuno traer a colación las movilizaciones sociales ocurridas días atrás en Francia y que desembocaron en la huelga general del pasado 29 de enero contra la política económica del gobierno derechista de Nicolas Sarkozy que ha optado por apoyar sin medida a la industria y a la banca gala en la misma medida en que pretende desmantelar las políticas sociales de empleo, servicios públicos y protección social, tema este especialmente sensible en tiempos de crisis para los trabajadores y los sectores más desfavorecidos de la sociedad francesa.

     Interesante resulta por ello la lectura del manifiesto del Partido Socialista (PS) francés en el que, bajo el título de "Francia nunca ha sido tan rica y la riqueza tan mal repartida", denuncia el que Sarkozy haya entregado 360.000 millones de euros "para que los banqueros continúen jugando a la economía casino". Es por ello, que el PS denuncia las consecuencias de las políticas neoliberales que han supuesto un incremento de las desigualdades en Francia: el salario medio de los 50 mayores empresarios es 310 veces superior al SMIC (Salaire minimum interprofessionnel de croissance), el 10 % de la población posee el 50 % del patrimonio, existen 7 millones de trabajadores que cobran menos de 900 € /mes, hay 4 millones de parados, cifra que se incrementa en 60.000 personas más cada mes y, mientras las rentas de los más ricos siguen aumentando, el SMIC está congelado y corre el riesgo de ser suprimido por las políticas antisociales de Sarkozy.

     En consecuencia, los militantes socialistas franceses proponen a la ciudadanía un "programa de urgencia" articulado en cuatro puntos básicos:

1.- una política democrática de redistribución de la riqueza y una fiscalidad más justa con medidas tales como limitar los dividendos de los accionistas, instaurar una fiscalidad "fuertemente progresiva", armonización fiscal al alza en un marco de una Europa Social reforzada, reducir el IVA, aumentar las ayudas oficiales a la vivienda, congelación de los alquileres y fomentar la Banca Pública, aunque no se alude a la nacionalización de la misma.

2.- recuperación del valor adquisitivo de los salarios (SMIC bruto de 1.600 €, ayudas inmediatas de 500 € a los beneficiarios a ayudas mínimas sociales, subida a 1.200 € de las ayudas mínimas sociales por indemnizaciones por paro, salarios a tiempo parcial y jubilaciones, cláusulas de revisión salarial automática con arreglo al incremento de los precios).

3.- Creación de empleo mediante la reducción del tiempo de trabajo (mantenimiento jornada laboral 35 horas semanales, jubilación a los 60 años con plenos derechos, reducir el número de horas extras autorizadas a cada trabajador, garantizar el descanso semanal de 2 días, restaurar el control administrativo sobre los despidos, mantenimiento de los derechos sindicales y duplicar los efectivos de la Inspección de Trabajo).

4.- Reconstrucción y fortalecimiento de los servicios públicos a escala nacional y europea. En la defensa de la Europa Social, los servicios públicos (educación, sanidad, protección social) resultan básicos. Por ello, los socialistas franceses piden, además del fortalecimiento del sector público estatal y el fin de la reducción de empleos en el mismo, la creación de nuevos derechos sociales como el de un subsidio de autonomía para jóvenes en formación (estudiantes).

     Estos objetivos, y eso es lo importante, pretenden dar "una respuesta política a las exigencias sociales" en tiempos de crisis por lo que se retoma el viejo ideal, hoy revitalizado, de la "Unidad de la izquierda para redistribuir la riqueza". Por todo ello, el PS plantea con valentía el que "la izquierda unida debe proponer un programa de urgencia social" en defensa de las rentas del trabajo que haga frente a la economía especulativa neoliberal. Comparados con los 360.000 millones de euros "regalados a los banqueros", a los que habría que sumar otros 72.000 millones de euros en exenciones fiscales recientemente aprobadas, las medidas propuestas por la izquierda, de profundo contenido social, tendrían un coste estimado de 23.700 millones de euros.

     Si esto ocurre en Francia, con un Gobierno conservador como el de Sarkozy, en el caso español, el Presidente Zapatero ha dejado claro, desde el primer momento, que en tiempos de crisis como los actuales, la defensa de las políticas de protección social, especialmente en caso de desempleo, resultan todavía más prioritarias que nunca para los que defendemos ideas socialdemócratas. El papel del Estado como factor de dinamización de la economía, como garante de las prestaciones sociales y defensor de los servicios públicos, resulta fundamental para remontar la crisis global actual. Sólo dos matizaciones: si en conjunto la respuesta de Zapatero ante la crisis económica resulta razonable, todavía más lo sería si mantuviese una postura más exigente ante la patronal bancaria española la cual, a fecha de hoy, ha recibido 150.000 euros en forma de avales del Gobierno y que, sin embargo, tan reticentes se muestran a la hora de conceder créditos a las familias y a las empresas. Ese dinero, que procede de nuestros impuestos, no debe tener por objeto garantizar los beneficios de una banca siempre insaciable, sino el de dinamizar la economía, tema éste ante el cual la patronal bancaria tiene una responsabilidad moral y social indudable.

     Y hablando de impuestos, es el momento de retomar con fuerza en España el principio de la progresividad fiscal, eje central de las políticas económicas socialdemócratas. Por ello, se debería de mantener y potenciar el Impuesto sobre el Patrimonio, tal y como defendió (en solitario) la Corriente Izquierda Socialista en el pasado 37 Congreso Federal del PSOE. Porque un Estado progresista y socialmente avanzado debe, ante todo, evitar que los costes sociales generados por la actual crisis global los sufran los trabajadores en caso de ver reducidos sus empleos y niveles de renta y los sectores y colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad y, para ello, el factor redistribuidor de una fiscalidad "fuertemente progresiva", como señala el PS, resulta determinante. Es una cuestión de elemental justicia social.

 

José Ramón Villanueva Herrero

Militante de la Corriente de Opinión Izquierda Socialista del PSOE.

(La Comarca, 13 febrero 2009 ; Diario de Teruel, 22 febrero 2009)

 

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