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Kiryat Hadassa: el blog de José Ramón Villanueva Herrero

GURS EN LA MEMORIA Y EN EL CORAZÓN

GURS EN LA MEMORIA Y EN EL CORAZÓN

    

     El pasado 23 de octubre, en una soleada mañana, tuvo lugar un emotivo acto en el campo de concentración de Gurs, situado en las tierras francesas del Béarn y cercano a la frontera pirenaica aragonesa, construido en abril de 1939 para internar a los combatientes republicanos españoles y a los miembros de las Brigadas Internacionales y que permaneció activo hasta el final de la II Guerra Mundial en 1945. En dicho acto, se inauguró  la Avenida de los Internados, jalonada por 27 columnas de granito que recuerdan a los distintos colectivos de prisioneros y los lugares de procedencia de los mismos que sufrieron o murieron en Gurs. Estas columnas, financiadas por diversas asociaciones e instituciones francesas, españolas y alemanas, constituyen un lugar que apela a nuestra memoria y a nuestra reflexión, al deber moral de recordar lo allí sucedido a las jóvenes generaciones para, así, inmunizarlas ante cualquier mensaje de signo intolerante, xenófobo o racista, los cuales, por desgracia, se están extendiendo peligrosamente en estos tiempos  de profunda crisis global.

     Este acto, en memoria y homenaje a los republicanos españoles, a los resistentes franceses y a los judíos víctimas del Holocausto, los tres principales colectivos hermanados por el sufrimiento común que simboliza el Campo de Gurs, coincidía, además, con este año en el que se cumple el 80º aniversario de la proclamación de la II República Española, un hecho que ha sido recordado con especial emoción por los que nos sentimos republicanos, acontecimiento histórico del que, por el contrario,  apenas se han hecho eco las instituciones públicas españolas.

     En aquella hermosa y emotiva mañana del 23 de octubre, convocados por la Amicale du Camp de Gurs, asistieron numerosas colectivos y asociaciones francesas, españolas y alemanas, entre ellas, la Mémoire de l’Espagne Républicaine (MER), Terres de Mémoire(s) et de Luttes (TML), dinámica asociación impulsada por el infatigable Raymond Villalba, el Memorial de la Shoah de París o la Asociación de Aviadores de la República Española (ADARE). Igualmente, varias asociaciones aragonesas estuvimos presentes y de este modo, el acto contó con la presencia de miembros del Foro por la Memoria de Aragón, de la Fundación Bernardo Aladrén, de la Asociación Pozos de Caudé, o de la Agrupación de Familiares Asesinados en Torrijo del Campo. En cuanto a instituciones y organismos oficiales, estuvieron igualmente presentes delegaciones de Alemania, Francia, del Gobierno de España y del Gobierno Autónomo de Euskadi, además de numerosos representantes municipales de poblaciones francesas o veteranos  republicanos como Virgilio Peña o Carmen Villalba, que a punto de cumplir los 100 años, nunca falta a todos los actos en homenaje al exilio republicano y a la lucha antifascista.

       Lamentable y muy comentada resultó la ausencia de representantes oficiales del Gobierno de Aragón, máxime tratándose de una comunidad autónoma tan próxima y que, en su día, el Departamento que regía María Victoria Broto,  había financiado una de las columnas en honor a los más de cinco millares de republicanos aragoneses que fueron internados en Gurs. La falta de sensibilidad del nuevo Ejecutivo conservador aragonés por los temas de la memoria quedó de este modo más que patente.

     Diversas intervenciones se sucedieron en el acto de inauguración, entre ellas las del historiador Claude Laharie, del vasco José de Sola o del judío alemán Paul Liedermann, que evocaron episodios de su internamiento en Gurs cuando apenas eran unos niños.  Por su parte, André Laufer, presidente de Amicale du Camp de Gurs y que pese a su condición de judío sobrevivió a la Shoah, no así los 3.907 israelitas que fueron enviados desde Gurs al campo de exterminio de Auschwitz, sintetizó con toda claridad triple lección que nos ofrece hoy en día el mantener vivo el recuerdo de Gurs: recuperar la memoria de las tres grandes colectivos allí internados (republicanos españoles, resistentes franceses y judíos); reflexionar frente a lo que supuso la barbarie hitleriana, instando a mantener una actitud vigilante en la defensa permanente de la libertad y de los derechos humanos y, por último, fomentar la enseñanza y el conocimiento de lo ocurrido en Gurs a los jóvenes, labor que se realiza de forma tenaz y constante mediante de diversas publicaciones y numerosas visitas guiadas de escolares de colegios, liceos e institutos, algunos de ellos aragoneses, a través del Proyecto de cooperación transfronteriza denominado “Las Rutas de la Memoria”.

     Emotiva resultó también la intervención de Emilio Vallés, un republicano nacido en Alcañiz, exiliado en Francia desde 1939 junto con su familia y que actualmente es el vicepresidente de Amicale du Camp de Gurs. Emilio Vallés nos recordó a todos cómo el camino que el fascismo inició con la destrucción de Gernika en 1937, culminó en Auschwitz y los demás los campos de exterminio creados por el delirio criminal del nazismo, cuyo trágico legado simboliza, “un envilecimiento sin precedentes”, tal y como lo definió Gérard Sandoz. Con especial emoción aludió a cómo el Reino de España había financiado, también, una columna en honor a los republicanos españoles, que, aunque vencidos, nunca fueron derrotados en la permanente defensa de los valores de libertad, igualdad y fraternidad que inspiraron su acción política.

     Frente a la ausencia de una representación del Gobierno de Aragón, El Gobierno Vasco estuvo presente en la persona de Inés Ibáñez de Maeztu, Directora de Derechos Humanos del Gobierno de Euskadi, la cual manifestó la voluntad del Ejecutivo presidido por Patxi López  de profundizar en las políticas públicas de recuperación de la memoria histórica, situación bien distinta de la existente en el actual Gobierno de Aragón, que, como hemos indicado, ha dado pruebas más que evidentes de su absoluto desinterés por estas cuestiones.

     Finalmente, quiero señalar que las asociaciones memorialistas, y entre ellas la Fundación Bernardo Aladrén, seguiremos trabajando en defensa de los valores, la memoria y la dignidad que simboliza la República Española y la de todas las personas que, por lealtad a la misma, sufrieron todo tipo de penalidades, sufrimientos y, en tantas ocasiones, la pérdida de su libertad y de su vida.

     La lección de Gurs, a un lado y otro del Pirineo, sigue siendo un legado moral que nos compromete, con la memoria y, también con el presente para evitar que surjan nuevas alambradas y odios que vuelvan a aprisionar y oprimir, como en su día ocurrió en Gurs, a miles de seres humanos por razones políticas, de raza, religión, condición social o económica. Y ello es un deber moral al que la memoria de Gurs, de ayer y también de hoy, nos compromete.

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en: El Periódico de Aragón y Diario de Teruel, 30 octubre 2011)

 

 

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