Y ALCAÑIZ GIRÓ A LA IZQUIERDA
Después de las pasadas elecciones municipales del 27 de mayo, tras décadas de hegemonía conservadora en Alcañiz, siempre apoyada por el PAR, se han cumplido los sondeos previos y la ciudad bajaoragonesa ha experimentado un giro político hacia la izquierda. Este cambio de rumbo ha sido propiciado por diversas causas: un evidente desgaste de proyectos y gestión por parte del equipo de gobierno conservador-parista en la corporación municipal y, sobre todo una buena labor de la candidatura de IU encabezada por Amor Pascual que, sin duda, ha conectado con un amplio sector de la ciudadanía lo cual se ha reflejado en que, por vez primera, IU es la lista más votada en Alcañiz lo cual la convierte en la vencedora real, y también moral, de las elecciones. Este hecho, unido a los resultados obtenidos por Angel Lacueva y el PSOE, pese a la pérdida de un edil, convierten a la suma de la izquierda en la opción política por la que claramente se han decantado los alcañizanos. Ciertamente, la ciudadanía ha hablado claro: es preciso un cambio político en la ciudad y este, sin duda, supone un giro a la izquierda de la corporación municipal. Esta es la realidad, este es el reflejo de la voluntad popular y soberana de los alcañizanos que debe ser tenida muy en cuenta pues evidenciaba que la larga etapa de ayuntamientos conservadores, siempre apuntalados por el PAR, estaba agotada y debía de abrirse un período político nuevo.
Frente a la evidencia de estos hechos, el pragmatismo de las negociaciones políticas postelectorales podría producir resultados insospechados y hasta sorprendentes. No sería ético, ni tampoco coherente desde el punto de vista ideológico que, en aras a la teoría del “pacto global” defendido por Biel y que tanto ha beneficiado al PAR, sempiterna bisagra política, se desvirtuase el sentir de la voluntad popular. Consecuentemente, resultaría incomprensible para muchos ciudadanos, entre los que me incluyo, cualquier pacto local que aislase políticamente a la auténtica vencedora de las elecciones locales en Alcañiz, esto es, a Amor Pascual y a IU, con la intención de impedir un gobierno municipal de izquierdas IU-PSOE en la capital del Bajo Aragón.
Si Alcañiz ha tenido una mayoría social y electoral de izquierdas, parece obvio que ello deba quedar reflejado a la hora de conformar la nueva corporación municipal. De este modo, el nuevo Ayuntamiento debería de ser el resultado de un pacto político IU-PSOE con Amor Pascual como alcaldesa y Angel Lacueva como primer teniente alcalde: sería el equipo de gobierno ideal al aunar la simpatía y carisma de Amor Pascual con la capacidad de trabajo y de gestión de Angel Lacueva ya que ambos, trabajando unidos, podrían ser la punta de lanza para dinamizar las potencialidades de una ciudad como Alcañiz, sumida en una cierta inercia durante los últimos años de gobierno conservador-parista.
Cualquier otra solución política que se plantee distinta al pacto natural IU-PSOE no dejaría de ser una componenda que, al margen de la realidad y del sentir ciudadano, respondería a otras estrategias e intereses. Por ello, la mayoría de izquierdas en Alcañiz es un hecho objetivo que no debe ser desvirtuado por “pactos globales” que pretendan convertir a esta ciudad en moneda de cambio en beneficio de la derecha regionalista que el PAR representa. De hecho, ante la posibilidad de un hipotético pacto PAR-PSOE, conviene recordar que, por lo que al caso de Alcañiz respecta, no ha habido experiencia de gobierno conjunta puesto que, desde siempre, los paristas siempre han optado por los conservadores como socios de gobierno y no por los socialistas como ocurre en el gobierno de la Comunidad Autónoma o en el caso de la ciudad de Teruel. Pese al supuesto “centrismo” del PAR, éste nunca ha apoyado en Alcañiz al PSOE tal vez porque, en el fondo y en la forma, se ha sentido muy cómodo con la derecha conservadora que ha hegemonizado la política local prácticamente desde la recuperación de las libertades democráticas.
Todavía sería más contra natura un entente PAR-PSOE-PP que, con variante o sin ella, desconcertaría al electorado socialista en la misma medida que mitigaría la derrota de la derecha que, recordémoslo, ha sido la perdedora de los comicios en Alcañiz.
Confiemos en que, tras tantos años de espera, un gobierno municipal de izquierdas IU-PSOE sea posible en Alcañiz. Este anhelo no puede ser frustrado con otro tipo de pactos difícilmente comprensibles por la ciudadanía alcañizana, la misma que se ha expresado con claridad demandando un cambio político, un giro a la izquierda, que, sin ninguna duda, la ciudad necesita. Como suele decir el político socialista alemán Oskar Lafontaine, “el corazón siempre late a la izquierda” y el del electorado mayoritario de Alcañiz así lo ha hecho. Por ello, y pese a quien pese, el corazón de Alcañiz ha latido (y girado) a la izquierda.
José Ramón Villanueva Herrero
(militante de la Corriente de Opinión Izquierda Socialista del PSOE)
(Diario de Teruel, 3 de junio de 2007)
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