Facebook Twitter Google +1     Admin

Se muestran los artículos pertenecientes a Marzo de 2017.

JUAN CABAÑERO TRAS LA CINCOMARZADA

20170306160751-carlistas.jepg.jpg

 

    Acabamos de celebrar en la fiesta de la “Cincomarzada”, fecha que recuerda la heroica defensa de los zaragozanos ante el ataque que sufrió la capital de Aragón  en la madrugada del 5 de marzo de 1838 por parte de las tropas carlistas comandadas por Juan Cabañero y Esponera, destacado combatiente y defensor de la monarquía absoluta durante la I Guerra Carlista (1833-1840) natural de la localidad bajoaragonesa de Urrea de Gaén.

    La fiesta cívico-política de la Cincomarzada se ha celebrado en Zaragoza desde 1839, excepción hecha del paréntesis que supuso la dictadura franquista en que fue suprimida, resurgiendo con fuerza tras la recuperación de la democracia. Hoy, como ayer, junto a su carácter festivo y popular, mantiene un hondo significado político y reivindicativo dado que conmemora la victoria de las fuerzas liberal-progresistas sobre el oscurantismo de la reacción carlista.

   Tras este hecho de armas, mientras Zaragoza adquirió el título de “Siempre Heroica”, el fracaso de Cabañero,  en su propósito de apoderarse de la ciudad en un ataque por sorpresa y de madrugada, truncó  su hasta entonces brillante trayectoria militar en las filas carlistas. Tras la derrota sufrida, se retiró con las tropas que pudo salvar del desastre a Cantavieja, cuartel general del carlismo insurrecto en Aragón, donde fue agriamente reprendido por Cabrera el cual perdió la confianza en Cabañero y, por ello, cayó en desgracia en el seno del bando carlista. Esta fue la razón por la cual solicitó su traslado al Ejército del Norte y, de este modo, combatió en tierras de Navarra a las órdenes del general Maroto.

     En aquella guerra civil, sangrienta y cruel que ya se prolongaba por espacio de 6 años, diversos sectores del carlismo combatiente pensaban en llegar a una transacción, a una paz negociada que pusiera fin a tanto sufrimiento. Así se llegó al célebre Convenio de Vergara del 31 de agosto de 1839 que, con el simbólico abrazo entre los generales Espartero y Maroto, puso fin a la guerra en tierras vasco-navarras. Cabañero, al igual que las tropas de Maroto, se acogió a las condiciones de la paz, abandonó las filas carlistas y pasó a ser un militar “convenido”, nombre con el que eran conocidos quienes aceptaron el Convenio de Vergara y, por ello, reconoció la legitimidad de la monarquía liberal a la cual habían combatido hasta entonces.

    Sin embargo, Cabrera se negó a aceptar la paz y continuó la guerra en sus bastiones del Maestrazgo. Por ello, en esta última fase de la guerra, Cabañero, estando a las órdenes de Espartero, fue enviado al frente de Aragón. No obstante, para poner fin al enfrentamiento, Cabañero intentó que sus antiguos compañeros de armas aceptasen la paz honrosa de Vergara mediante una proclama titulada “Alocución de Cabañero a los aragoneses que se encuentran con las armas en la mano bajo el dominio de Cabrera” mediante la cual les instaba a que siguieran su ejemplo y abandonasen la postura intransigente de Cabrera, partidario de continuar la guerra con todas sus consecuencias. Esta alocución produjo en “el tigre del Maestrazgo”, en el irreductible Cabrera, una furibunda reacción que, refiriéndose al militar urreano como “el infame Cabañero”, el cual, pasado a las filas liberales, lo define como “capitán de bandidos” y, en pleno delirio, Cabrera advierte a sus leales en una proclama dirigida a “los habitantes y al Ejército de los Reynos de Aragón, Valencia y Murcia” que, “si entre vosotros circulasen las palabras venenosas de la paz y la fraternidad, abominad de ellas y avisadme”, lo cual refleja con toda crudeza el carácter, la verdadera personalidad del excesivamente mitificado jefe carlista. Este odio tuvo una consecuencia trágica: el fusilamiento del hijo de Cabañero:  Mariano, que así se llamaba, tenía 18 años, servía en las tropas carlistas a las órdenes directas de Cabrera y fue éste quien mandó fusilarlo en las proximidades de Morella. Además, el encono hacia el “convenido” Cabañero hizo que en algunos pueblos aragoneses, todavía bajo control carlista, se hicieran efigies de paja de él, las cuales fueron quemadas públicamente después cual si de un auto de fe inquisitorial se tratara.

    Pero la guerra continuaba en el Maestrazgo y en ella Cabañero, a las órdenes de Espartero, participó activamente y, por ello,  durante los primeros meses de 1840, intervino en la toma sucesiva de los bastiones carlistas de Segura de Baños, Castellote y Morella.

    La guerra carlista terminó finalmente pero Cabañero nunca se libró de los recelos que determinados sectores del liberalismo progresista tenían hacia su persona así como del visceral odio que le tenían sus antiguos compañeros carlistas, lo hallamos participando en diversos hechos de armas. No obstante, su actividad militar continuó y, durante la Regencia de Espartero combatió en tierras pirenaicas la sublevación de O´Donnell (octubre 1841). Igualmente,  ya durante el reinado de Isabel II, en la llamada “Guerra dels Matiners” (1848), un nuevo levantamiento carlista en tierras del Bajo Aragón-Maestrazgo, Cabañero, desde su base de operaciones en Peñarroya de Tastavíns volvió a batirse contra los partidas carlistas y, finalmente en 1849, bajo el férreo gobierno del general Narváez, fue nombrado Comandante General de la provincia de Teruel.

    Cabañero, el antiguo carlista que fracasó ante Zaragoza un histórico 5 de marzo, murió en Albalate del Arzobispo un 3 de mayo de 1850. Muchas dudas, recelos y odios suscitó a lo largo de su vida pero parece clara su evolución política, la cual  le llevó desde las filas del carlismo insurrecto y combativo a las del liberalismo moderado. Por encima de lo cuestionada que pudiera ser la figura de Juan Cabañero, lo cierto es que tantas incomprensiones y, sobre todo, el asesinato de su hijo por orden directa de Cabrera, fueron el elevado precio que tuvo que pagar por haber sido un militar “convenido”.

 

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en: El Periódico de Aragón, 5 marzo 2017)

 

 

Etiquetas: , , , , , , , ,

06/03/2017 16:07 kyriathadassa Enlace permanente. Historia de Aragón No hay comentarios. Comentar.

LA CITY DE LONDRES ANTE EL "BREXIT"

20170326183731-city.jpg

 

    En vísperas de la celebración del referéndum del 23 de junio de 2016 sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), Miguel Otero Iglesias realizó un acertado análisis de las diversas posiciones existentes en la City londinense ante el brexit. Ahora, tras el triunfo de éste y su inminente activación por parte del Gobierno de Theresa May, dicho análisis retoma toda su actualidad.

    Para situarnos hay que  recordar que la City, esa máquina financiera de hacer dinero, alberga a 250 bancos internacionales, a 125 compañías de la UE, cuenta con 280.000 empleados, y en ella se genera el 10% del PIB y el 12% de los ingresos fiscales del Reino Unido. Además, la City es el principal centro financiero del euro dado que gestiona el 40% de las operaciones internacionales en esta moneda  lo cual le permite captar e invertir fondos libremente en toda la UE.

    La City ha mantenido su liderazgo financiero desde que, tras la batalla de Waterloo (1815), muchos bancos del continente se trasladaron a Londres, reemplazando así a Amsterdam como capital financiera mundial. Como la historia tiene sus ciclos, después de las dos guerras mundiales el Imperio Británico se fue descomponiendo y Londres dejó gradualmente de ser la capital financiera del mundo, puesto que pasó a ocupar Nueva York, convertida así en la sede del capitalismo global. No obstante, Londres siguió siendo un importante centro financiero internacional debido al llamado “Big Bang” impulsado por Margaret Thatcher en 1986 y que supuso la desregulación de muchas de las actividades de la City a la vez que permitía que las instituciones financieras fueran de propiedad totalmente extranjera, lo que supuso el desembarco en Londres  de grandes bancos de inversión americanos y europeos. En la actualidad la City compite y, en  muchos casos supera, a Nueva York como capital de las finanzas globales. Sin embargo, tras la crisis financiera de 2008, como señalaba David Kynaston, la City se ha convertido en “un monstruo indomable” y, hasta que no se regule su voraz especulación neoliberal, seguirá produciendo nuevas crisis debido a su falta de ética, al aumento alarmante de las actividades ilegales que allí se llevan a cabo y a su escandalosa manipulación de los tipos de cambio.

    Así las cosas, lo cierto es que la City no es homogénea pues en ella coexisten dos posiciones bien distintas ante el reto del brexit. Por un lado se halla su “alma conservadora”, los llamados “nativistas”, la de aquellos que rechazan a la UE y a Bruselas en quien ven “la capital de un creciente monstruo jerárquico y burocratizado” que quiere “colonizar” a Londres, a la que fue la capital del extenso y poderosos Imperio Británico y que, por ello, quieren liberarse del “yugo regulador” impuesto a la City por la UE tras la crisis financiera global de 2008. Estos “nativistas” son los pequeños corredores de bolsa  y de fondos de capital riesgo (hedge funds). Boris Johnson, el anterior alcalde de Londres y actual ministro de Asuntos Exteriores británico enarboló su bandera durante la campaña del referéndum al señalar que el brexit suponía la defensa del “pequeño capital británico  frente al gran capital global dominado por los americanos y asociado con Bruselas”.  De este modo, los “nativistas” tienen una visión nostálgica del Imperio Británico y piensan que la salida de la UE les ayudará a liberalizar la economía, algo en lo que ahora han encontrado el entusiasta apoyo de las soflamas demagógicas del presidente norteamericano Donald Trump. Estas añoranzas imperiales las reflejaban perfectamente las palabras de Crispin Odey, fundador del hedge fund Odey Asset Manangement, al afirmar  que “Europa nos está convirtiendo en una colonia y nosotros estamos acostumbrados a ser un imperio. No queremos seguir reglas que no hemos decidido”.

     Frente  a ellos, existe también en la City  un “alma liberal”, que tiene una visión de las finanzas más multinacional y cosmopolita, que es consciente de que, hoy por hoy, el poder político reside en Bruselas, en la capital de la UE y que el poder económico se halla en Franckfurt, en la sede del Banco Central Europeo. Por ello, consideran un grave error el que el Reino Unido se aísle al otro lado del Canal de la Mancha rompiendo con la UE bajo el espejismo de recuperar una soberanía económica británica en un mundo cada vez más globalizado y, por ello, piensan que el mercado único de servicios y la actividad financiera son cuestiones demasiado importantes como para desentenderse de ellas abandonando la UE.

    Tampoco debemos obviar las consecuencias económicas que tendrá el brexit en la City londinense. En primer lugar, la preocupación que este proceso genera en los grandes bancos y banqueros de inversión que allí operan, tanto americanos (JP Morgan, Bank of America o Goldman Sach) como europeos (Deutsche Bank o Santander). Otra consecuencia sería el posible traslado  de parte de la industria financiera de la City a Dublín: la elección de la capital irlandesa no es un detalle menor dado que, al hallarse en la misma franja horaria que Londres, permite a los inversores presenciar el cierre de las bolsas asiáticas, ver la evolución de toda la jornada en Europa y conocer el inicio de la sesión en Wall Street. Además, el brexit puede suponer una fragmentación del potente sector financiero que hoy se concentra en la capital británica y, por ello, además de Dublín, algunos bancos y empresas podrían decidir trasladar sus operaciones a otras bolsas europeas como París, Franckfurt, e incluso Madrid, o bien a otros lugares como Nueva York, Hong Kong o Singapur.

     Así las cosas, los grandes poderes económicos de la City son conscientes del riesgo cierto que significa abandonar la UE y, por ello, Londres debería asumir que, por encima de sus soflamas nacionalistas, va a iniciar un camino incierto y de consecuencias imprevisibles para su futuro. Veremos.

 

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en: El Periódico de Aragón, 26 marzo 2017)

 

Etiquetas: , , , ,

26/03/2017 18:37 kyriathadassa Enlace permanente. Economía global No hay comentarios. Comentar.

Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.

Contrato Coloriuris