Facebook Twitter Google +1     Admin

Se muestran los artículos pertenecientes a Enero de 2022.

EL FUTURO DE LA UNION EUROPEA

20220103090537-images.png

 

     En el actual panorama geoestratégico mundial en el cual la hegemonía de los Estados Unidos (EE.UU.) está siendo disputada por China, la Unión Europea (UE), debe encontrar su propio espacio. En este sentido, Carlos Alonso Zaldívar opina con acierto que la UE deberá acomodar su discurso a las nuevas realidades y decidir “hasta qué punto permanece en el área de influencia de EE.UU. como socio subalterno, o si va definiendo y asentando un especio de influencia propio en el nuevo contexto multipolar”. Y, por ello, en materia de política exterior, tras los pasados desgarros y desprecios producidos por Donald Trump para con la tradicional entente de EE.UU. con sus aliados europeos, la UE debe ofrecer “respuestas propias a los problemas más graves del mundo”. Así lo entendió en su momento Angela Merkel y con visión de estadista europeísta afirmaba que “la UE ya no puede depender completamente de otros, debemos tomar nuestro futuro en nuestras manos”.

     Por otra parte, la UE ha quedado debilitada tras el duro golpe que ha supuesto la salida de la misma de Gran Bretaña como consecuencia del Brexit, proceso al que una acertada definición alude como “una negociación para repartir daños en la que ambas partes perderán”. Pero, para garantizar un futuro viable y coherente a la UE hay una serie de caminos, sobradamente conocidos y reclamados reiteradamente. En este sentido, resulta esencial adoptar medidas que relancen la convergencia económica y social de los Estados miembros y un paso en la buena dirección ha sido la puesta en marcha, desde la solidaridad comunitaria, del potente Plan de Recuperación de Europa, toda una serie de acciones y recursos para paliar los efectos devastadores causados por la pandemia del Covid-19 en cada uno de los Estados miembros. También resulta importante asegurar la viabilidad del euro a largo plazo, como elemento de estabilidad económica en la Zona Euro.

    Pero junto a las medidas económicas, la UE debe regirse por los valores de la solidaridad y, en estos tiempos, es más necesario que nunca, aplicar políticas viables de asilo y migración, consecuentes con los ideales en torno a los cuales se cimenta la UE y que, al mismo tiempo, frenen el auge de los movimientos xenófobos y racistas que están rebrotando en su seno. Es por ello que la UE debe de tomarse en serie estos temas, evitando lo sucedido en la crisis de refugiados de 2016 en la que, como señalaba Carlos Alonso Zaldívar, tras la cual, se  “ha renacionalizado la política en el seno de la UE y reactivado la división entre países del Este y del Oeste”.

    Igualmente, en este mundo multipolar, resulta también necesario que la UE sea capaz de generar una política exterior, de seguridad y defensa propia, hablando con una sola voz y sin estar supeditada a los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos. Cada vez resulta más evidente, con casos como el conflicto de Ucrania, la crisis nuclear de Irán o Corea del Norte, o la reciente y catastrófica retirada de Afganistán, que la UE no debe ser un peón bajo el área de influencia americana, sino que, dejando claro sus propios planteamientos y tomando la iniciativa, es cuando la política exterior comunitaria, empezará a definir un espacio de influencia propio en el nuevo contexto internacional multipolar. Y, ante el hecho positivo de una UE “a quien nadie teme militarmente”, debe convertir esa debilidad en un potencial en la línea de ser “un centro de iniciativas dirigidas a moderar los ímpetus bélicos de las grandes potencias militares”.

    Aunque durante el pasado mandato de Donald Trump se socavaron los vínculos del tradicional atlantismo que había caracterizado las relaciones entre Estados Unidos y la UE, ahora parece que Joe Biden intenta reconstruir los puentes con sus aliados europeos, pese a la crisis suscitada por la reciente creación de su nueva alianza militar en el Pacífico con Australia y Reino Unido (AUKUS) que tan negativos efectos ha tenido en la UE, especialmente en el caso de Francia.

    Así las cosas, Tony Judt, en su libro Sobre el olvidado siglo XX, consideraba que era esencial reactivar el entente entre ambas orillas del Atlántico, de potenciar lo que él llamaba “euroatlantismo” y daba razones para ello al señalar que, “Occidente debería dejar de lado sus disputas y tratar una forma de trabajar juntos por el bien común antes de que China (y después India) se convierta en una gran potencia y las pequeñas diferencias narcisistas entre Europa y Estados Unidos se vuelvan irrelevantes”. En esta misma línea, Garton Ash, aludiendo a Occidente, advertía que, “en perspectiva histórica, ésta puede ser nuestra última oportunidad de fijar la agenda de la política mundial”. Por su parte, como señalaba Eliseo Oliveras, el objetivo último de este euroatlantismo es “mantener la primacía económica y comercial de Occidente frente a China y evitar que la creciente influencia de Pekin pueda determinar las estándares y reglas tecnológica y comerciales futuras” dado que, en expresión de Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, “la pugna tecnológica será el nuevo campo de batalla de la geopolítica”.

    La UE, pese al desgarro que supuso el Brexit y el actual desafío provocado por las derivas autoritarias de Polonia y Hungría, debe de mantenerse fiel a sus valores, recogidos en el artículo 2º del Tratado de la Unión Europea y que son: “el respeto a la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías”. Sólo así se tendrá un futuro digno la UE, y eso es lo que deseamos.

 

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en El Periódico de Aragón, 3 enero 2022)

 

Etiquetas: , , ,

03/01/2022 09:05 kyriathadassa Enlace permanente. Política internacional No hay comentarios. Comentar.

MUJERES JUDÍAS FRENTE AL NAZISMO

20220121162935-mujeres-judias.jpeg

 

    Conocida es la imagen de los 6 millones de judíos asesinados por el nazismo durante la II Guerra Mundial, pero no lo es tanto la resistencia del pueblo hebreo ante la barbarie nazi. Tal vez el ejemplo más recordado sea el levantamiento del guetto judío de Varsovia (19 abril-16 mayo 1943) hasta el total exterminio del mismo por parte de las tropas hitlerianas. Emociona pensar que una de los lemas de sus defensores fuera “¡Pamietajcie Saragosiee! (Recordad Zaragoza)”, queriendo así emular la defensa de la capital aragonesa durante los Sitios de 1808-1809.

     Pero además de Varsovia, miles de judíos combatieron al nazismo en los países ocupados. Pero, como señalaba Steven Bowman, las mujeres que participaron activamente en los grupos de resistencia, “rara vez han sido mencionadas en la literatura histórica sobre la Segunda Guerra Mundial”, y sólo hasta fechas recientes se ha empezado a estudiar con cierto rigor su papel en la resistencia armada contra el nazismo. Este es el caso de Emily Landau que, a sus 17 años, fue la primera judía muerta en combate en el guetto de Varsovia, o Hannah Szenes (1921-1944), una joven poeta y luchadora judía húngara asesinada en Budapest, pero hubo otras muchas, algunas de las cuales recordamos hoy.

     Violeta Yosifova Yakova (1923-1944) (a) “Ivanka”, una partisana judía búlgara de origen sefardí, militante comunista, que formó parte de un escuadrón de la resistencia que asesinó a varios militares nazis y colaboracionistas, entre ellos, al jefe de la policía búlgara. Tras ser capturada, fue violada y torturada hasta la muerte y tras la liberación, fue declarada “Heroína de Bulgaria”.

    También murió en combate Rita Rosani (1920-1944), judía italiana, que se unió a la resistencia y fundó el Grupo “Aquila”. En el lugar donde fue asesinada se celebra cada año un acto en su memoria y en la sinagoga de Verona, una placa la recuerda con una cita bíblica: “Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú las superas a todas” (Proverbios, 31:29).

    Otras jóvenes tuvieron mejor suerte, como fue el caso de Sara Yehoshua Fortis, judía griega de origen sefardí que se convirtió en “andarte”, esto es, en luchadora de la Resistencia griega y, a los 16 años, pasó a integrarse en el Ejército Popular de Liberación de Grecia (ELAS). Sara Fortis lideró un grupo compuesto exclusivamente por mujeres, el cual se convirtió en un valioso aliado para los combatientes masculinos del ELAS: junto a ellos participaron en numerosas misiones, tanto de combate y ataques a objetivos militares, como en la ejecución de colaboracionistas nazis. Tal fue así que los “andartes” masculinos se apropiaron de muchas acciones llevadas a cabo por las partisanas de Sara Fortis puesto que a muchos griegos les resultaba impensable que aquel grupo de aguerridas jóvenes mujeres pudiera llevarlas a cabo. Pese a ello, Sara Fortis, con apenas 18 años, era ya conocida como “kapetenissa (capitana) Sarika” y continuó luchando contra los ocupantes nazis hasta la liberación de Grecia a finales de 1944.

     También podemos citar a Roza Papo (1914-1984), una judía bosnia de Sarajevo de origen sefardí, que, tras la invasión nazi de Yugoslavia, se unió en 1941 a los partisanos de Tito. Médica de profesión, dirigió y coordinó todos los hospitales de campaña de los partisanos, pero también participó en la lucha, adscrita al Batallón de Ataque de Bosnia, siendo herida en combate. Durante la guerra, perdió a sus padres, hermanos y la mayor parte de su familia en la represión llevada a cabo por las milicias fascistas croatas aliadas de los nazis. Tras la liberación, le cabe el honor de haber sido la primera mujer ascendida al rango de generala en el conjunto de los países de la Península Balcánica.

    Un caso especial fue el de Hedy Lamarr (1914-2000), judía de origen checo, que, además de famosa actriz de Hollywood, fue la inventora durante la II Guerra Mundial de un sistema de comunicaciones inalámbricas a larga distancia que permitía guiar por radio los torpedos de los submarinos aliados y que evitaba las interferencias nazis, descubrimiento que sería el antecedente del actual Bluetooth y del WIFI.

     En estos días en los que se cumple el 80º aniversario de la infame Conferencia de Wansee (20 enero 1942) en la que los jerarcas nazis acordaron la “solución final” para el pueblo judío, su exterminio, todas estas heroicas jóvenes judías merecen ocupar un lugar destacado en la historia del antifascismo.

 

José Ramón Villanueva Herrero

(publicado en: El Periódico de Aragón, 21 enero 2022)

 

Etiquetas: , , ,

21/01/2022 16:29 kyriathadassa Enlace permanente. Mundo Judío No hay comentarios. Comentar.

Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.

Contrato Coloriuris